En el inicio de la Cumbre sobre el Clima organizada por las Naciones Unidas en Nueva York, que anticipa la adopción de la Declaración de Nueva York sobre Bosques en los más altos niveles, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) está plenamente preparado para brindar mayor respaldo a los bosques a escala mundial.
Es esencial encarar medidas internacionales para preservar los recursos y los ecosistemas forestales. Pero la preservación por sí sola no basta. Los bosques han quedado relegados en las iniciativas de recuperación de los ecosistemas y de mejora de la gestión forestal. Es difícil abordar estas cuestiones si no se impulsa la cooperación regional e internacional.
Estos objetivos —preservar y recuperar los bosques, mejorar la gestión forestal e incrementar la cooperación regional e internacional— son fundamentales en la nueva Estrategia para la Gestión Forestal Sostenible del sexto período de reposición de los recursos del Fondo Fiduciario del FMAM (FMAM-6), elaborada con el fin de lograr múltiples beneficios ambientales a partir de una mejor gestión de todos los tipos de bosques. La estrategia contempla los bosques vírgenes, los bosques sometidos a gestión y las tierras forestales degradadas, sea cual fuere su régimen de propiedad, tenencia y uso: privado, comunitario, tradicional o consuetudinario.
Los bosques cumplen una función sumamente importante, pues sostienen la biodiversidad, brindan servicios ambientales clave y contribuyen a la concreción de los planes de desarrollo sostenible de numerosos países. Sin embargo, el planeta pierde más de 50 000 millas cuadradas de bosques al año.
Los Gobiernos reconocen tanto la importancia de los bosques como el problema de la deforestación. También disponen de una amplia gama de alternativas económicas, ecológicas y políticas para lograr la gestión forestal sostenible.
“Hasta que cambiemos la forma en que se usan los bosques para extraer beneficios económicos, la deforestación continuará impulsando la extinción de las especies a una velocidad 1000 veces mayor que la habitual, y continuará sumando una pesada carga de gases de efecto invernadero a nuestra atmósfera”, sostiene Gustavo Fonseca, director de Programas del FMAM. “A pesar de los esfuerzos ya encarados... debemos trabajar más intensamente para encontrar modos de generar riqueza y alimentar a una población creciente sin socavar los cimientos ecológicos que han permitido a nuestra especie convertirse en la fuerza dominante de todo el planeta”[1].
Hoy en día, evitar la deforestación, modificar prácticas insostenibles y recuperar tierras forestales degradadas constituyen desafíos de gran envergadura para muchos países que poseen recursos forestales.
Para lograr el flujo sostenible de múltiples bienes forestales y servicios de los ecosistemas, los Gobiernos deben abordar todos estos desafíos de manera simultánea. En estos esfuerzos, se deben tener en cuenta las diversas trayectorias del desarrollo de los países, su capacidad técnica e institucional y la cantidad y el tipo de recursos forestales de los que disponen.
La estrategia de gestión forestal sostenible del FMAM-6 constituye una herramienta práctica que puede ayudar a los Gobiernos a superar estos obstáculos. La estrategia se basa en un programa de incentivos diseñado para ayudar a los países a preservar, recuperar y gestionar sus bosques de una manera más sostenible.
Entre 2014 y 2018, el FMAM alentará a los países a utilizar más de US$700 millones de sus recursos para abordar los factores que impulsan la deforestación y la degradación de los bosques, y respaldar así la función que estos desempeñan en los planes nacionales y locales de desarrollo sostenible.
Para hacer realidad la mejora en la gestión de 20 millones de hectáreas de paisajes forestales en los próximos cuatro años, la estrategia apunta también a los principales factores que impulsan la deforestación en el plano internacional a través de un nuevo programa integrado de $45 millones, denominado Eliminar la deforestación de las cadenas de suministro de productos básicos.
Este programa saca provecho del creciente interés de los sectores público y privado en los productos básicos sostenibles para impulsar un cambio transformador que permita producir aceite de palma, soja y carne sin generar deforestación.
“Para comprender los factores que impulsan la deforestación no hace falta ser un genio. Es economía básica”, señala Fonseca. “Los bosques, tristemente subvalorados, dan paso a los usos agrícolas, que, según las estimaciones, son responsables del 80 % de la deforestación en todo el mundo. Gran parte de la presión que padecen los bosques aún existentes proviene de... la producción de soja, aceite de palma, carne, pulpa y papel”.
El enfoque del FMAM sobre los bosques se compadece plenamente con las iniciativas internacionales en curso que abordan este tema de manera holística, reconociendo los nexos entre la reducción de la pobreza y la gestión sostenible de los recursos forestales.
La posición singular en la que se encuentra el FMAM y que le permite ayudar a los países a implementar las tres Convenciones de Rio[2] respalda su objetivo de concretar los numerosos beneficios y servicios ambientales ofrecidos por los bosques. Para preservarlos, el FMAM también coopera activamente con el Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques en diversos temas conexos.
[1] Véase el blog de Gustavo Fonseca: You Can't Eat Your Cake and Have the Forest Too -- or Can You?
[2] Las tres Convenciones de Rio son el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.