Las ventajas de moverse en bici son evidentes, en términos ecológicos la bicicleta es uno de los modos de transporte más amables con el medio ambiente, sin contar los beneficios para la salud que genera el pedalear para ir de un lado a otro.
En la Unión Europea y Estados Unidos, el 50% de los viajes realizados en auto son de menos de 5 kilómetros, y es una tendencia que se ve reflejada en mayor o menor grado a nivel mundial. Según los expertos, esta es la distancia en la que un auto gasta más combustible por kilómetro y es la ideal para andar en bici.
De hecho, se calcula que si solo un 5% de estos viajes se realizara en bici en vez de en auto en Nueva York, se ahorrarían más de 68.000 toneladas de CO2 al año, una reducción equivalente a sembrar un bosque 1.3 veces el tamaño de Manhattan.
Y con las tasas de urbanización en aumento, los beneficios son aún más claros: por cada persona que usa la bici, hay menos tránsito, menos emisiones y más oportunidades para llevar una vida activa.
Sin embargo, no todas las bicis se fabrican iguales y en los barrios de ciudades como Londres, Nueva York, París y Buenos Aires, entre otras, se está comenzando a ver con más regularidad un modelo que además de ser un modo de transporte poco contaminante, también ayuda a frenar la deforestación en Ghana: la bici de bambú.
“Es una bici súper amable con el medio ambiente. Al sembrar el bambú, los agricultores han podido eliminar la erosión del suelo”, explica Kemi Fadojutimi, directora de la iniciativa de Bicicletas de Bambú ghanés.
Originalmente diseñada como respuesta a la falta de transporte adecuado en las zonas rurales del país africano, tras un préstamo de US$ 30.000 del Programa Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), la bici de bambú ghanés ha ganado reconocimiento internacional por su dureza, innovación y aportes medioambientales.
Al contrario de las bicis de acero, la producción de bambú es mucho menos intensiva en términos del uso de energía. Cada bici ahorra hasta 5 kilogramos de CO2 comparada con sus pares estándares hechos de acero. Además, los bosques de bambú sembrados para proveer la materia prima generan un 35% más de oxígeno que un bosque de árboles del mismo tamaño.
Y nada se pierde. Incluso los desechos de bambú son reciclados y convertidos en leña por las mujeres del pueblo para cocinar.
Hoy en día, la fábrica en Kumasi produce hasta 100 bicis mensuales, las cuales se venden por todo el mundo. El éxito internacional ha permitido que las ventajas de la bici de bambú ahora se extiendan más allá del medio ambiente.
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De hecho, las bicis de bambú fueron una de las grandes atracciones que más llamaron la atención del público en la 5 Asamblea del FMAM, celebrada en Cancún, México.
“Con la ayuda del FMAM y otros donantes hemos podido alcanzar otro nivel. Ahora es un proyecto de la comunidad entera. La bici nos ayudó a reducir la pobreza, empoderar a la juventud y crear empleo en nuestra comunidad,” afirmó Fadojutimi.
Al facilitar el trasporte, la bici ha transformado la calidad de vida en esta zona rural de Ghana. Hoy en día los campesinos disfrutan de una manera rentable de llevar sus productos al mercado, es más fácil para los vecinos acceder a los servicios médicos e incluso la asistencia escolar ha aumentado, ya que se acabaron los viajes diarios de dos horas para ir y volver a la escuela a pie.
Y tú ¿Cuándo fue la última vez que viajaste en bici?